Los cholos confesaron ser los autores materiales del multihomicidio registrado en un bar de Cancún y dijeron que les iban a pagar entre mil y dos mil pesos por causar daños al inmueble.Los cinco cholos corresponden a los nombres de: Alan Cortés Canto de 21 años, quien sufrió quemaduras de segundo y tercer grado al intentar darse a la fuga después de incendiar el bar, Miguel Hidalgo Polanco de 21 años, alias El Aldri, Jonathan David Sosa Calderón de 18, alias Freco, Javier Méndez López de 20, alías Javi y Eleazar García Rodríguez de 20, alias Dente.Todos los detenidos resultaron positivos a marihuana y cocaína.
De acuerdo con su declaración ministerial, los cinco sujetos se encontraban en una esquina, cerca de sus domicilios, cuando tres sujetos llegaron en una camioneta gris. Al aproximarse a ellos les dijeron que les iban a dar un "jale", iban a asaltar un Oxxo y lo que pudieran agarrar sería de ellos.
Cuando se subieron a la camioneta emocionados, vieron que los individuos estaban armados. Durante el trayecto les indicaron que ya no iba a ser un Oxxo, sino un bar, así que ellos comenzaron a dudar un poco, pero al fin aceptaron, "órale qué tenemos que hacer", dijeron.Los presuntos sicarios les respondieron: "Pues nada más es prenderle fuego, arrinconen a la gente hasta la pared y préndale fuego, tenemos que darle un escarmiento a alguien".
Una vez terminada la operación les iban a dar entre mil y 2 mil pesos.Señalaron que ya una vez que llegaron al bar Castillo de Mar, entraron con varios bidones con gasolina y unas botellas que fueron las que detonaron en el interior del bar, rociaron el combustible y después arrojaron las bombas molotov.
Sin embargo Alan Cortes cuando iba a salir del inmueble incendiado, tomó una botella de vodka de la barra, pero se tropezó y cayó al piso que estaba lleno de gasolina.La botella estalla y el fuego le alcanza a quemar ambas piernas y un brazo, al resistirse para que el fuego no se propagara más, se le cayó su cartera.
Al salir, sus mismos compañeros lo llevaron a la cárcel municipal para que lo atendieran y curaran.Así pues, durante el peritaje encontraron la cartera y fue como la Policía Judicial del Estado (PJE) da con el primer domicilio.
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