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domingo, 12 de septiembre de 2010

La disfunción eréctil anuncia posibles infartos, señala el urólogo John Mulhall

Los hombres que tienen problemas de erección y que no se atienden corren el riesgo de padecer un infarto al corazón o un accidente cerebro-vascular.

Esto se debe a que la falta de firmeza en el pene es producto de un bloqueo en las arterias más delgadas y este proceso puede estar ocurriendo simultáneamente en las arterias mayores del cuerpo, según estudios presentados el viernes a 200 urólogos mexicanos por el investigador estadunidense John Mulhall, secretario general de la Sociedad Norteamericana de Medicina Sexual.

Mulhall, quien es microcirujano, urólogo y autor de 170 artículos científicos relacionados con disfunción eréctil, explicó que la arterias que llevan sangre al pene durante una erección miden apenas 0.5 milímetros de diámetro, mientras que las venas del corazón miden 3 milímetros. En ambos casos hay procesos de bloqueo por hipertensión, tabaquismo, colesterol elevado y otros factores que son prevenibles.

Considerado uno de los médicos más prestigiados del área metropolitana de Nueva York, Mulhall explicó un estudio realizado entre mil 248 hombres entre 50 y 78 años, para observar la relación entre problemas de erección y enfermedades del corazón. Esta investigación se llamó el Estudio Krimpen y demostró que la disfunción eréctil sin tratamiento precede a accidentes más graves con el corazón.

Los pacientes fueron estudiados entre los años 2002 y 2007. Al final se contabilizó el número de infartos y accidentes cardio-vasculares. Aquellos que tenían disfunción eréctil leve, es decir que eventualmente no tenían rigidez, tuvieron 60 % más infartos que quienes no tenían esa disfunción y los que tenían disfunción grave, registraron más del doble de infartos o sea 160 % más incidentes que los saludables.

Para atender correctamente este problema hay que reconocer que muchos hombres que tienen disfunción eréctil no lo admiten y por lo mismo no lo comentan ni con su pareja.

“Todos los hombres, después de los 40 años podemos tener en algún momento un problema de disfunción y el que tenga 50 años y diga que nunca le ha pasado, simplemente miente”, dijo Mulhall en entrevista con Crónica.

El médico, quien es editor asociado de la Revista de Medicina Sexual de Estados Unidos, dijo que seguramente en México, como en su país, el principal reto es hacer que el paciente informe a su médico que está teniendo problemas de erección. Si esta información fluyera de manera más rápida se ganaría tiempo, no sólo para atender la disfunción sino de prevenir un daño sorpresivo, como puede ser un infarto.

“Yo lo que recomiendo a los médicos generales es que construyan las condiciones para que el paciente hable de su disfunción y así se pueda comenzar a atender. Si el médico ve que el paciente es hombre, que tiene más de 40 años, presión arterial elevada, obesidad o diabetes, le puede decir que estos síntomas muchas veces pueden provocar problemas de erección y que si en algún momento los presenta por favor se los comunique. Generalmente los pacientes terminan comentando el problema ya cuando están en la puerta, a punto de salir del consultorio, después de pensarlo mucho”, indicó.

Mulhall subrayó que debido a que la tendencia es que cada vez las personas vivirán más años y a que ahora hay más estudios que demuestran que más del 60 % de los hombres y mujeres mayores de 70 años siguen teniendo actividad sexual, atender problemas de disfunción eréctil será más común.

“Tenemos herramientas como el viagra que se pueden administrar con perfecta seguridad a pacientes que no estén tomando medicamentos con nitroglicerina. En mi experiencia médica, tengo un paciente de 91 años al cual se la receto y el medicamento es perfectamente seguro”.

http://www.cronica.com.mx/nota.php?id_nota=531627

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