Una decena de comunidades rurales del estado mexicano de Nuevo León (norte) se han quedado sin policías o con unos cuantos, ante la deserción de los agentes atemorizados por los más de 60 uniformados muertos en 2010 en hechos ligados al crimen organizado.
Un ejemplo de localidades que se han quedado sin agentes es Herreras, con mil 800 habitantes, ubicado a 123 km al este de la ciudad de Monterrey, capital del estado de Nuevo León, fronterizo con Estados Unidos, y donde la violencia ligada al narcotráfico ha recrudecido en los últimos meses.
Herreras "tenía hasta hace dos semanas tres policías. Ahora que los empezaron a amenazar (presuntos criminales) ya no tiene uno solo (...) no se han presentado todavía a laborar y no creo que vuelvan", explica a la AFP el secretario de Seguridad Pública de Nuevo León, Luis Carlos Treviño.
En los poblados de Los Aldama, Agualeguas, Parás, General Treviño, General Bravo, Doctor Coss y Cerralvo, entre otros, todos localizadas a menos de 150 km de la industrial Monterrey, los policías también son contados o inexistentes, añade el funcionario.
"En Los Aldama, por ejemplo, están sin policías desde el 7 de abril, cuando en General Treviño fueron encontrados ejecutados el director de la Policía y dos elementos que habían sido levantados (secuestrados)", explicó.
Como resultado de la ola de violencia ligada al crimen organizado, sobre todo por los ajustes de cuentas del narcotráfico, Nuevo León acumula 251 muertes violentas en 2010, de las cuales 61 policías, según cifras de la Secretaría de Seguridad Pública.
Treviños explica que esto genera temor entre los uniformados de estas localidades, ubicadas en las cercanías del estado de Tamaulipas, donde la organización de narcotraficantes de 'los Zetas', ex soldados mexicanos de élite, se disputan el territorio con el cartel del Golfo, su antiguo aliado.
Esta pugna entre carteles, según las autoridades, es el origen de los continuos episodios de violencia que se han vivido en Nuevo León, con balaceras cotidianas y espectaculares bloqueos de importantes vialidades en Monterrey, donde tienen su sede las principales firmas trasnacionales mexicanas.
"En Agualeguas el 26 de marzo fue hallado decapitado el director de la Policía en la caja (baúl) de su patrulla", dice Treviño al citar otro caso de los episodios de horror que atemorizan a los policías.
Para responder a las necesidades de vigilancia pública de estos poblados, las autoridades estatales pusieron en marcha un "plan emergente" que busca capacitar a ciudadanos que voluntariamente se presenten para ser policías.
"Pero el problema es que nadie quiere ser policía por miedo a ser asesinados, por lo que estamos viendo cómo solucionar esa otra parte", explica.
El regente (alcalde) de Agualeguas, Guadalupe García, afirma que, en efecto, la policía estatal ha pedido que se envíen voluntarios para ser capacitados en Monterrey. "Pero todos tienen miedo, aquí nadie quiere ser policía", dice.
El alcalde de Herreras, Juan Antonio Gutiérrez, adopta una posición pragmática y descarta que la ausencia de policías sea un problema para su localidad.
"Estamos mejor sin policías. Sí tenemos miedo y todo, pero andan matando a los policías, así que si no hay ¿a quién matan? A lo mejor estos señores (delincuentes) se van solos y nos dejan en paz", comenta a la AFP.
De acuerdo con cifras oficiales, tan solo en los últimos días han muerto cinco policías locales, tres de ellos ejecutados la noche del lunes en Herreras y dos más la noche del miércoles en Cerralvo.
El gobierno mexicano ha desplegado a unos 50 mil militares en varios puntos del país, especialmente en la frontera con Estados Unidos, para luchar contra los cárteles de la droga, a los que acusa de unos 23 mil homicidios desde finales de 2006.
http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2010/06/24/por-temor-a-crimen-organizado-desertan-policias-de-nuevo-leon-ssp-estatal/
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