Veracruz es prácticamente una fiesta. Al año celebra más de mil 500 festividades, lo que significa que, por lo menos, tres celebraciones se desarrollan al día en sus 212 municipios.
Estos encuentros, productos de la cultura popular, son muestra de la multiplicidad y la riqueza de expresiones que dan identidad a los veracruzanos, pero que lamentablemente se han visto relegados por el son jarocho y el son huasteco.
Dada la importancia y la riqueza cultural de la entidad, un grupo de reconocidos antropólogos veracruzanos emprendió la ardua tarea de registrar las celebraciones más representativas de las distintas regiones, que dan vida al primer tomo de Veracruz. Fiesta Viva.
Más que un libro turístico, es una propuesta para diseñar políticas culturales públicas para preservar la cultura popular, donde coinciden lo sagrado y lo profano, afirma Agustín Dany Jiménez García, coordinador del proyecto editorial.
“Esto es un exhorto para que en todo el país se destinen más recursos a la cultura popular y con ello se pueda preservar las danzas y rituales tradicionales.
“Reconocemos que sería imposible hacer una registro de todas, así que realizamos una selección de esas fiestas que son dignas de mostrarse a todo el país.”
Este ejemplar, asegura Dany Jiménez, es un reconocimiento a expresiones festivas no tan conocidas de Veracruz, recuperadas a través de una investigación multidisciplinaria, en la que participaron los antropólogos Román Güemes, Alfredo Delgado, Lorena Acosta, Héctor Parra, Erik Alí Rocío Aguilera, así como los fotógrafos Cristóbal Trejo, Antonio Jiménez y Salvador Flores.
En la presentación de esta guía, que es más que un registro actualizado del pasado y del presente de las fiestas veracruzanas, el gobernador Fidel Herrera Beltrán apunta que este es un “esfuerzo por documentar la diversidad cultural del estado a través de sus fiestas y de todas las manifestaciones que concurren en ellas: música, danzas tradicionales, bailes populares, fandangos, ferias, artesanías, ceremonias, peregrinaciones, gastronomía, tradición oral y otras expresiones socioculturales que dan contenido a nuestras identidades”.
El jefe del Ejecutivo estatal comenta que en este trabajo se da cuenta que en esas “fiestas se come y se bebe, se canta y se baila, se juega y compite; son tiempos en que la sociedad se mueve, en que el tejido social se reconstruye”.
Constatar la preservación de estas expresiones de cultura popular, habla de esta fortaleza que ha podido sobrevivir a los embates de la globalización.
“Las ceremonias, los bailes, la música, las danza tradicionales, las procesiones perviven porque no están en función de los trienios ni de sexenios. Siempre suceden, no importa quién sea el gobernador o el presidente municipal, no importa si la festividad cae entre semana, o si hay Influenza, las fiestas siempre se realizan, y es precisamente esa fortaleza cultural la que hay que promover.”
Con este proyecto, que pretende mostrar los rostros de la entidad, Veracruz está siendo pionero al ser el primer estado que consolida una guía de sus fiestas en cuatro tomos;el primero, como ya se explicó, es sobre las fiestas que sucedieron de septiembre de 2009 a enero de 2010.
El próximo número estará dedicado a las fiestas de La Candelaria y del Carnaval, y el subsecuente abordará las fiestas de Semana Santa.
De acuerdo con el antropólogo Héctor Parra, los niños y los jóvenes tienen como costumbre aventar globos durante el 1 y el 2 de noviembre, como una forma de acercarse al cielo, donde descansan sus difuntos.
Estos enormes globos son elaborados con papel de china en forma de estrella, trompos, cubos y otras figuras vistosas. Algunos de ellos, de gran colorido, son hechos con más de tres mil pliegos de papel de china.
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