La Organización Mundial de la Salud estima que en el mundo muere cada ocho segundos una persona por alguna enfermedad relacionada con el tabaco, y prevé que en 2015 habrá el doble de muertes por fumar que por VIH
Legislar contra el consumo del cigarro no es fácil. El proceso para que se apruebe una ley antitabaco puede llevar hasta dos años. Votar a favor de una legislación con estas características tiene precio. Pero el presidente de la Comisión de Salud, Ernesto Saro Boardman (PAN), se prepara para la nueva batalla esta vez busca restringir la venta de cigarros al obligar a los expendedores a tener una licencia similar a la que tramitan las vinaterías.
En el Senado, los dos legisladores de Nayarit, el priísta Raúl Mejía González, quien busca ser candidato a gobernador, y el perredista Francisco Castellón Fonseca, rechazaron elevar siete pesos el precio de la cajetilla de cigarros.
“Todos quisieran encontrar cheques o comprobar que hay sobornos, pero no es así. En Nayarit, las tabacaleras tienen la capacidad de movilizar a los productores de tabaco. ¿Te imaginas una manifestación aquí afuera?”, explica el presidente de la Comisión de Atención a Grupos Vulnerables, Guillermo Tamborrel (PAN).
La Organización Mundial de la Salud estima que en el mundo muere cada ocho segundos una persona por alguna enfermedad relacionada con el tabaco, y prevé que en 2015 habrá el doble de muertes por fumar que por VIH.
En México no se ha aprobado ninguna ley para regular el cabildeo, a diferencia de Estados Unidos donde los representantes de los intereses de las empresas están plenamente identificados.
Existe un proyecto para obligar a los senadores que tengan un conflicto de interés a transparentarlo, pero la iniciativa está congelada.
Shirley Almaguer Camacho es la gerente de Comunicación Externa de British American Tobacco México (BAT), empresa que maneja las marcas de Kent, Viceroy y Montana. Pocos saben que es hija de la senadora perredista Yeidckol Polevnsky, quien en el pleno votó en contra del aumento al precio del cigarro.
La senadora Polevnsky niega que su rechazo esté en función del cargo de su hija, sino como ex vicepresidenta de Canacintra, dice, entiende al sector empresarial: “La certidumbre jurídica, no puedes cambiar a cada momento la legislación. Qué seriedad tienen los legisladores para cambiar la historia cada rato”.
—¿Influye en sus decisiones la posición que tiene su hija en esta tabacalera?
—Absolutamente no. No hay conflicto de intereses, su trabajo no influye en mi trabajo. Niego esa acusación.
El presidente de la Comisión de Salud, principal promotor de las leyes antitabaco, elabora un proyecto de reforma para obligar a quienes deseen vender cigarros, a tramitar un permiso como si se tratara de una vinatería.
Lo anterior, explicó, permitirá crear por primera vez un padrón nacional de los puntos de venta de cigarrillos.
“No hay control de los puntos de venta. Hay medio millón de puntos en todo el país, y no sabemos ni dónde están. Se siguen vendiendo cigarrillos en la calle, sueltos”, afirma el legislador.
http://www.eluniversal.com.mx/notas/720309.html
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