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jueves, 18 de marzo de 2010

16 mil veracruzanos beneficiados con el programa ‘Oído fiel’

A través de 136 jornadas del programa “Oído Fiel”, ya se han beneficiado 16 mil veracruzanos de escasos recursos con la entrega y colocación de aparatos auditivos.

Así lo dijo el coordinador del Programa “Oído Fiel”, Luis Armando Encinas Gil, quien supervisó los trabajos valoración y colocación de apoyos funcionales a personas que sufren de hipoacusia, sordera profunda o algún tipo de deficiencia auditiva durante la 136 jornada del programa en esta ciudad.

En este esquema, el DIF Estatal que preside Rosa Borunda de Herrera, en coordinación con la Secretaría de Salud, el Club de Leones Internacional de Ciudad Madero, Tamaulipas, DIF municipal y Granjas Carroll de México brindaron esta semana atención a 130 peroteños y se otorgaron 140 auxiliares auditivos de manera gratuita.

“Esta acción se ha realizado a favor de la población de escasos recursos de forma regional para toda la entidad, gracias al interés del gobernador Fidel Herrera Beltrán y de la presidenta del DIF Estatal, Rosa Borunda de Herrera, para todos los veracruzanos que sufren de discapacidad auditiva y que no cuentan con suficientes recursos económicos.”

Durante el acto protocolario, la presidenta del DIF municipal, Sonia Angélica Aguilar de Franco, expresó que esta labor dirigida a la población vulnerable con problemas auditivos, cuenta con el respaldo y la solución que brinda gobierno del Estado y el DIF Estatal.

Los sordos: entre el silencio y la mudez

La sordera en México es un problema frecuente, sobre todo en las entidades donde hay poblaciones endogámicas (poblaciones conformadas por personas de una misma familia o linaje que se relacionan entre sí), lo cual incrementa la posibilidad de tener hijos con enfermedades genéticas o malformaciones.

“El Instituto Nacional de la Comunicación Humana, ahora parte del Instituto Nacional de Rehabilitación, ha llevado a cabo distintas campañas de detección en poblaciones de Morelos, Guerrero, Michoacán, Guanajuato, Oaxaca, etcétera. En ellas se ha registrado una gran cantidad de problemas de sordera y, por lo tanto, de lenguaje”, dice la doctora Irma Zarco Padrón de Coronado, investigadora del Departamento de Fisiología de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional.

Nacer absolutamente sordo es estar condenado a ser sordomudo porque, al no oír, no se puede aprender el lenguaje hablado. Los seres humanos necesitamos escuchar para reproducir el habla y para poder comunicarnos.

Hay diferentes grados de sordera. Quien tiene hipoacusia leve puede escuchar algo y aprender a hablar.

Pero los sordos profundos definitivamente son sordomudos. ¿Ahora bien, cómo se puede saber si un recién nacido o un bebé es sordo?

“Desde las primeras horas de vida es posible observar las respuestas reflejas de los recién nacidos a los sonidos. Pero el registro de las emisiones otoacústicas y la tímpanografía en recién nacidos de madres sin control gestacional le permitieron a la doctora Consuelo Martínez reportar en su tesis de maestría 18.18% de fallas en la transmisión de señales desde la cóclea. Éstas deben ser corroboradas en los primeros meses de vida con el registro de los campos eléctricos generados en las vías nerviosas auditivas cuando son activadas por un sonido”, explica la doctora Zarco.

Desafortunadamente, el registro de las emisiones otoacústicas a través del conducto auditivo externo no es un estudio de rutina para detectar sordera en recién nacidos en los hospitales del país.


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