Hay que saber retirarse a tiempo. La frase es parte del repertorio de consejos sabios a los que puede acceder, sin costo y sin trabajo alguno, cualquier futbolista. Pero esto no ha sido posible que lo entienda Cuauhtémoc Blanco.
¿Qué busca este jugador, de carrera tan brillante, comprometiéndose a formar parte de la plantilla del Irapuato de la Primera A durante los próximos seis meses? ¿No le bastó comprobar lo duro de esta división tras la desastrosa experiencia con el Veracruz previo a su llamado como integrante del Tri en la Copa del Mundo?
La decisión de Cuauhtémoc ilustra a la perfección la orfandad en la que están ciertas figuras del deporte cuando llegan al final de sus carreras. Alguien está medrando con el ex americanista y de fea manera. Alguien que abusa, por lo que entiendo, de cierta amistad para meterlo en un proyecto que no le garantiza nada, ni gloria deportiva ni grandes bolsas de dinero.
¿Que no quería Cuauhtémoc Blanco retirarse con el equipo de sus amores, el América? A mí me lo dijo en la última ocasión que lo pude entrevistar y lo he visto y lo he escuchado repetir lo mismo en varias oportunidades. Bueno pues congruencia no ha tenido. O de plano al América no le interesa que vuelva. Pero en todo caso ¿la mejor decisión es prolongar una carrera y en la división de ascenso?
Cuauhtémoc tendría que retirarse y definir muy bien qué se va a poner a hacer en esa larga etapa de su vida, la de todo ex futbolista. No estaría mal que empezara por hacerse de nuevos y buenos amigos y no los que simplemente se dedican a usarlo. Cuauhtémoc es una muy buena persona, noble, generosa al mismo tiempo que complicada también hay que reconocerlo.
Pero bueno el tema, para no darle tanta vuelta, pasa sobre todo por el tema cancha y físico. Cuauhtémoc no está ya para las exigencias de ninguna división profesional del futbol. A este deporte ya le ha dado demasiado.
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