Bailarines de Emiliano Zapata forman su compañía de danza

A más de treinta años de haberse fundado ex integrantes del desaparecido grupo de danza folklórica del municipio Emiliano Zapata decidieron dar el salto más grande de su vida profesional, crear una compañía de danza independiente que llevará por nombre “Itzul”, vocablo que en lengua maya quiere decir “casa de danza”.

A más de treinta años de haberse fundado, ex integrantes del desaparecido grupo de danza folklórica del municipio Emiliano Zapata decidieron dar el salto más grande de su vida profesional, crear una compañía de danza independiente que llevará por nombre “Itzul”, vocablo que en lengua maya quiere decir “casa de danza”.

El nombre dice Virginia Jasso quien asumió como directora del novísimo grupo a petición de los bailarines y las mamás de ellos, se escogió en honor al nombre que se le diera al camión que utilizó el ballet en sus inicios, allá por el año 1979, y con el cual el ballet recorrió parte del territorio nacional.

“Itzul de Emiliano Zapata” recibirá la palmadita de la buena suerte por todos los tabasqueños que asistan a la máxima fiesta popular de los chocos “la Expotab” en el Foro de la laguna este 6 de mayo donde encontraron cabida casi de última hora.

Será la primera prueba del gran sueño que esperan conquistar, dice Jasso: Convertirse en uno de las compañías más importantes del estado. Y en efecto, será una gran prueba porque es un foro al aire libre y con muchos distractores.

¿Además de las panetelas Emiliano Zapata será reconocido por Itxul?

Yo creo que sí –señala con mucha seguridad la directora de danza, que sabe lo que dice, ya que en aquellas tierras que antes se llamaron Montecristo, su familia es uno los productores más conocidos de ese rico pan que solo se fabrica en la región.

“Y podemos –agrega- porque muchos de los miembros actuales son los mismos que en la etapa anterior obtuvieron reconocimientos a nivel nacional e internacional y porque tenemos el respaldo de la gente.

“Desde que iniciamos este movimiento por la cultura, por las tradiciones y por los jóvenes de Emiliano Zapata, los empresarios locales aporta

n desde sombreros hasta dinero en efectivo”. Pero hay más.

De acuerdo con la directora del colectivo de danza independiente, hace dos meses, varias de las madres de los integrantes del grupo llegaron una tarde-noche a su casa para pedirle hasta su dirigiera el grupo.

“Con la llegada de la nueva administración llegaron nuevas colaboradores y salieron otros, eso es normal, solo que por desconocimiento muchos de los jóvenes fueron desplazados o bien los dejaron en la banca con el pretexto de que son groseros.

“Yo maestra de primaria y secundaria, de hecho había pensado quedarme con mis clases y retirarme a la vida familiar, y sé que a un grupo se le conquista con estrategias de respeto, de trato y de metodología. Por otro lado, conozco a los jóvenes y sé que estaban muy desconcertados porque prácticamente fueron echados a un lado”.

En suma, completa la maestra y especialista en danza folklórica cuya formación concluyó en el estado de Veracruz, son las mamás que de manera especial están más comprometidas, y ahora, para iniciar el proyecto están organizando rifas, colectas y tardeadas para costear los gastos del grupo que hasta hace dos meses no tenía ni vestuario porque todo se quedó en la Casa de la Cultura.

Con pocos recursos pero mucho entusiasmo, ayer martes por la mañana la ahora directora del Ballet de danza independiente Itxul de Emiliano Zapata, en compañía de Odet García Bojalil, desayunó con varios reporteros de los medios locales para informar a través de ella “las inquietudes y los deseos de muchos jóvenes de su municipio”.

La directora de “Itzul” (Emiliano Zapata, 1969) señala que ella misma inició a los 10 años en el pequeño ballet de entonces que dirigía el maestro Leonardo Pineda López. Tras concluir sus estudios medios, en 1985, dejó el ballet y se trasladó a Veracruz para realizar estudios de danza Folklórica. Es ese estado, comenta, llegó a ocupar algunos puestos en la primera compañía de Veracruz.

En 1989 vino a Tabasco, en especial a su tierra, para dirigir el Ballet de la Casa de la Cultura, cargo que dejó en el 2009. A lo largo de 20 años fueron uno de los grupos más importantes de Tabasco, tanto, que recorrieron todo el estado, visitaron muchas ciudades del país, y viajaron a Cuba, ganaron varios concursos locales y nacionales.

En total, el ballet se componía de dos talleres, de preparación, uno infantil y otro adolescente, y el cuerpo de danza que se componía por 35 bailarines, 15 músicos, dos encargados de vestuarios y un especialista en sonido.

Como en cada municipio, cada trienio tenía que convencer a las respectivas directoras del DIF y directores de la DECUR sobre el beneficio del grupo, además de buscar apoyo en instituciones estatales y federales.

Son muchos los motivos de la creación del ballet, señala Jasso, además del deseo de los jóvenes de crecer en lo profesional, y de las mamás de impulsar a los jóvenes, está el desinterés padecido por el grupo desde hace seis años.

Con todo, dice, se mantuvieron las 20 becas para los integrantes con menos recursos económicos “.

¿pero de qué sirven las becas si por otro lado se considera que la cultura no es una inversión tan necesaria como la salud y la educación?”.

El caso es que este 2010 muchos de los integrantes amanecieron en la banca y decidieron salirse del grupo, otros más, continúan en la Casa de la Cultura pero también van a participar en el nuevo Ballet, y se espera que a ellos se sume un nuevo semillero de la escuela donde les están prestando las instalaciones para realizar sus prácticas.

No tienen una sede, no tienen transporte, apenas recién compraron los vestuarios, pero están decididos a convertirse en una de las mejores compañías del estado, señaló la directora.

¿Y cómo van a lograrlo?, se le preguntó a la maestra de d

anza que contestó con una sonrisa elegante, confiada y firme: sobre todo con el apoyo de las mamás que se conformaron en una agrupación civil con presidente, tesorera, secretaria y vocales, además de ellas mismas están costurando, armando rifas y tocando puertas para conseguir lo necesario.

¿Qué sigue? Mantener los talleres en especial el de los niños, continuar con el trabajo de recolección de fondos para el vestuario porque, tan solo el conjunto de 10 bailarines cuesta 25 mil pesos, seguir preparándose para una presentación en la Casa de la Cultura de Tabasco en la ciudad de México.

La directora insiste con el mismo tono emotivo, y hasta festivo, que además del entusiasmo de los jóvenes, tiene muchos amigos y cada vez se suman más zapatences.

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