El Bicentenario de la Independencia debe ser motivo para repensar el rumbo de la nación más allá de efímeras arengas, gritos apoteósicos, ceremonias simbólicas o remembranzas históricas, pero no parece haber capacidad para sobrepasar la coyuntura y las rencillas de facción, consideró el perredista Fernando Belaunzarán.
“El Bicentenario parece ser una oportunidad perdida…”, sentenció.
Belaunzarán acusó que los mexicanos no aprendimos de nuestras largas guerras de Revolución e Independencia a ser capaces de cambiar sin violencia, pues nadie quiere ceder tan siquiera un poco en afectar sus intereses particulares a favor de construir un México más equilibrado.
“Nadie renuncia a perder un centímetro en sus privilegios. Pero eso sí, todos exigen que se haga la voluntad de Dios “en los bueyes de mi compadre”, indicó
Es evidente —dijo— que nuestro país no podrá seguir así mucho tiempo pues hay una descomposición generada por la violencia desbordada, la disfuncionalidad de un régimen político contradictorio y escindido entre un pasado que no alcanza a irse y una promesa democrática que no tiene visos de cumplirse.
El perredista advirtió que frente a ese escenario “han resurgido los nostálgicos del pasado autoritario que planean revivir al muerto y regresarle al Presidente de la República los hilos perdidos de sus facultades metaconstitucionales”.
Pero eso —agregó— sería una derrota cultural e histórica de la generación de la transición, por lo cual se requiere de un esquema que obligue a compartir el poder y no a concentrarlo.
No obstante acusó que eso no se acepta por la clase en el poder porque en la discrecionalidad del gobernante se amparan negocios, favores y prebendas.
“De ese presidencialismo autoritario se han cobijado las cuatro lacras que han acompañado a nuestra historia a lo largo de estos 200 años: autoritarismo, injusticia, corrupción e impunidad”, sostuvo.
http://www.cronica.com.mx/nota.php?id_nota=532519
No hay comentarios:
Publicar un comentario