Una de las bases principales de los trabajos de restauración y rehabilitación integral que especialistas realizan actualmente al Fuerte de San Juan de Ulúa, en el Puerto de Veracruz, es el registro en imágenes tridimensionales.
Incluso a nivel milimétrico, de los baluartes de San Pedro y San Crispín, del Patio de San Fernando y de las fachadas de la Casa del Gobernador.
Como parte de este proyecto prioritario para el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) , diversos espacios de esta fortaleza del siglo XVI han sido sometidos a un escaneo láser.
Se trata de un sistema adquirido recientemente por la institución, que ha contribuido a determinar mejores metodologías de intervención, tanto en monumentos históricos como arqueológicos.
Esta tecnología se ha aplicado en 50 por ciento del área que comprende el Fuerte de San Juan de Ulúa, cuyos orígenes datan de la Colonia (1521-1821) y que ha sido testigo y escenario de múltiples procesos históricos del país, informó el diseñador gráfico Angel Mora Flores, responsable de la Unidad de Apoyo Tecnológico para Monumentos Históricos, de la Coordinación Nacional de Monumentos Históricos del INAH.
La Plaza de Armas con sus cuatro fachadas, espacios interiores y exteriores de la Casa del Gobernador, los baluartes de San Crispín (incluido su garitón) y de San Pedro, son algunos de los "levantamientos" o registros digitales más avanzados que se han hecho dentro de esta iniciativa de escaneo láser.
En tanto, ya se cuenta con las planimetrías de la Plaza de Armas y del Patio de San Fernando, a partir de lo cual se calcularon los desniveles de desague para aguas pluviales.
El escáner láser permite registrar detalles de los edificios históricos hasta en 50 mil puntos por segundo, enviando la información obtenida en tiempo real hacia un receptor interconectado a un sistema computacional, donde los datos son tratados para su posterior visualización en un entorno en 3D con gran detalle de todas las características visuales del inmueble.
El arquitecto Juan Carlos García Villarruel, responsable del Laboratorio de Imagen y Análisis Dimensional, de la Coordinación Nacional de Monumentos Históricos del INAH, explicó que luego de conversar con los responsables del proyecto se llegó a la conclusión que el primer "alzamiento" o registro digital debía corresponder al garitón de San Crispín, el cual presentaba considerables daños estructurales.
"Fueron ocho días de levantamiento y se obtuvo un total de 58 escaneos. Una vez que se registró la nube o conjunto de puntos láser, se unieron los modelos obtenidos en cada una de las posiciones para su representación geométrica y se generaron las planimetrías (planos topográficos) adecuadas.
" Para lograr lo anterior, primero obtuvimos ortoimágenes (cartográficas) que, introducidas a un sistema CAD -Diseño Asistido por Computador-, permitió hacer el trazo vectorial que dio lugar a plantas, secciones y alzados', precisó.
'Estos son la base informativa para llevar a cabo las intervenciones arquitectónicas, en este caso del Garitón de San Crispín, que hoy en día ya luce restaurado", explicó el experto.
Con estos datos pormenorizados, en el Laboratorio de Imagen y Análisis Dimensional se procedió a realizar un prototipo o modelo del garitón, escala 1:15, que revela todas sus fallas estructurales previas a su intervención', comentó.
Dada la precisión de los datos registrados con el escáner láser, esto servirá en el futuro a los expertos a reponer elementos arquitectónicos que, por una u otra razón, se pudieran perder con el paso del tiempo.
El proyecto integral en el Fuerte de San Juan de Ulúa está encaminado a una rehabilitación y restauración integral del conjunto, mediante una serie de acciones de intervención, entre ellas el empleo de materiales naturales, resistentes y durables en los trabajos de conservación, dadas las condiciones ambientales del Puerto de Veracruz.
Otras de estas acciones son la consolidación y restauración de elementos arquitectónicos con inestabilidad estructural, la eliminación de elementos que se contraponen a los valores arquitectónicos del conjunto, así como el diseño de pavimentos.
En ese sentido, los registros tridimensionales se realizan a la par de las tareas de conservación arquitectónica. Cabe mencionar que ya fueron restaurados la Plaza de Armas y el Patio de San Fernando, donde actualmente se ponen pisos, a su vez que fue restituida la cubierta de la Casa del Gobernador.
Desde el siglo XVII y hasta el XX, la Fortaleza de San Juan de Ulúa ha tenido innumerables usos.
Capítulo importante en su historia fue el uso que se le dio como residencia presidencial, la primera de ellas en mayo de 1858, cuando Benito Juárez se refugió allí durante la Guerra de Reforma.
Asimismo, el 2 de julio de 1915, Venustiano Carranza suprimió por decreto el presidio federal declarándolo residencia presidencial, tras lo cual se instaló en la Casa del Gobernador.
Un año después, en 1916, el fuerte se convirtió en arsenal de la Armada de México. El 18 de enero de 1962, el presidente Adolfo López Mateos lo entregó al INAH para uso y destino como monumento histórico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario