Mauricio Funes afirmó que el encuentro con Felipe Calderón es importante para "para fortalecer la lucha contra las bandas de criminales" en la región. Además, el mandatario salvadoreño condenó la matanza de los 72 inmigrantes, a la que calificó como "demencial".
El presidente salvadoreñoMauricio Funes condenó la matanza de 72 migrantes centro y sudamericanos en el noreste de México y solicitó un encuentro con su colega mexicano Felipe Calderón "para fortalecer la lucha contra las bandas de criminales" en la región.
"La demencial matanza acaecida en el Estado de Tamaulipas ha conmocionado a nuestros países y a la comunidad internacional, y constituye una muestra de la magnitud que ha alcanzado el accionar de las bandas del crimen organizado", dijo Funes en una carta enviada a Calderón y publicada por la presidencia la noche del sábado.
Funes propuso a Calderón "una reunión, en el marco del vínculo binacional México-El Salvador, que hemos puesto en marcha, para fortalecer las tareas conjuntas en la lucha contra el crimen organizado y para establecer un nexo más fluido y operativo entre México y el SICA" o Sistema de la Integración Centroamericana.
El mandatario expresó a Calderón que "nuestras familias están de luto y asisten impotentes a estaviolencia irracional, a la vez que esperan de nuestros gobiernos respuestas efectivas y castigos ejemplares para recuperar la paz en sus corazones".
"Confío plenamente que su gobierno realizará con éxito las correspondientes investigaciones y dará esas respuestas oportunamente. En ese sentido, cuenta usted con el modesto apoyo que mi país desea brindarle", señaló el mandatario salvadoreño.
Los 72 cuerpos fueron localizados el martes en una finca de la comunidad de San Fernando, en el norte de Tamaulipas, a unos 160 kilómetros de la frontera con Estados Unidos.
El hallazgo ocurrió después de que logró escapar herido un migrante ecuatoriano que atribuyó el ataque al cartel de Los Zetas.
Las autoridades sólo han identificado a 34 de los 72 migrantes, debido a que eran los únicos que traían algún documento. Para dar con la identidad de los 38 restantes, los investigadores toman huellas dactilares, fotografías e incluso podrían recurrir a pruebas de ADN.
De los migrantes identificados, 16 eran originarios de Honduras, 12 de El Salvador, cinco de Guatemala y uno de Brasil.
"Esta tragedia (de Tamaulipas) debe llevar a los líderes del mundo a la convicción de que esta gran batalla en la que estamos inmersos en nuestra región no es ajena a nadie. Ningún país, ninguna latitud está segura mientras no logremos terminar con el accionar de las poderosas organizaciones del narcotráfico, el crimen, el contrabando de armas, el lavado de dinero, la trata de personas, etcétera", apuntó.
Para el mandatario salvadoreño "esta guerra no se gana con los métodos y las herramientas con que tradicionalmente se combatía la inseguridad. El desafío de los criminales y delincuentes reclama de los Estados otras respuestas, otras armas y la inteligencia de que debemos unir nuestras fuerzas y voluntades para doblegar al enemigo".
En Honduras, la jefe de asuntos consulares de la cancillería, Nelly Barnica, informó que los restos de los 16 hondureños serán repatriados en el transcurso de la esta semana y no el domingo como se tenía previsto.
Barnica atribuyó el hecho a los "trámites oficiales que hay que cumplir para repatriar un cadáver de cualquier país" y a que "las autoridades mexicanas aún no concluyen las investigaciones en torno al caso".
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