lunes, 8 de noviembre de 2010

Acoso a prensa, peligro para el estado de derecho: embajador mexicano en EU

Arturo Sarukhan dijo que los ataques a la prensa representan un “peligro claro y presente” contra el estado de derecho, por lo que el gobierno de Felipe Calderón ha escatimado esfuerzos para proteger a periodistas.

El embajador de México en Washington, Arturo Sarukhan, reconoció hoy que el asedio a la prensa mexicana por parte del crimen organizado es no sólo un ataque contra la democracia si no un “peligro claro y presente” contra el estado de derecho.

Al participar en un foro del Woodrow Wilson Center, el diplomático sostuvo ante académicos, activistas, funcionarios y periodistas que el presidente Felipe Calderón no ha escatimado esfuerzos a lo largo de su gobierno para proteger a los periodistas.

“El hecho de que la autocensura se ha convertido en una opción para editores y reporteros es inaceptable, si queremos asegurar el buen funcionamiento de una democracia saludable en México”, señaló Sarukhan.

El embajador mexicano habló así después de que directivos del Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) describieron una “crisis nacional” en México a raíz de la violencia en contra de los periodistas en los últimos años.

El CPJ apuntó que se trata de una crisis nacional, por lo que “el gobierno federal debe intervenir directamente para garantizar la libertad de expresión”, señaló el director para las Américas de la organización, Carlos Lauria.

El más reciente reporte del CPJ pide la federalización de los crímenes contra los periodistas.

Joel Simon, el director del CPJ, señaló que si bien la federalización de los crímenes no es una panacea o una garantía absoluta de que éstos serán resueltos, es un elemento que hace más probable su solución.

Los directivos del CPJ, que se reunieron en septiembre pasado en Los Pinos con el presidente Calderón, destacaron que el mandatario mexicano aceptó sus recomendaciones. Pero su reporte sostiene que “hasta el momento todos los esfuerzos se han quedado en intentos”.

Sarukhan sostuvo que el término de guerra contra las drogas le parece “fuera de lugar porque esto no es una guerra, no puede ser entendida como una guerra porque el desenlace no es como el que usualmente se busca con una guerra”.

El embajador señaló que el gobierno mexicano implementará, en breve, acciones legales para evitar que expiren los plazos de persecución por crímenes contra la libertad de expresión.

http://www.milenio.com/node/573562

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